Aunque lo parezca, no estoy haciendo una competición contigo a ver quien es el más cabezota, el título es tuyo sin discusión.
He releído el mensaje que ha provocado que no nos veamos, y tal como está parece una despedida, era una despedida.
Necesitaba una tregua emocional, eran demasiados acontecimientos, y yo pequeño, muy pequeño para afrontarlos como un hombre, y lo hice como un niño, tachando, y borrando, resolviendo con pena de muerte y ejecución todos cuantos problemas iban surgiendo, y me quedé con tres o cuatro problemas y otros tantos amigos. Sé que te fallé, pero creo que merecías una explicación y esta es. Decirte que siento no haber dado el paso a hombre y que, a diferencia de los demás, a mi los problemas y las dificultades no me hacen más fuerte ni mejor, me hacen estar cada vez más cansado y cometiendo más errores.
Soy el amigo flojo, ese que desconecta cuando no puede más, ese que cuando esta en la playa y viene un tsunami, le dice a su compañero que recoja la toalla que se le va a mojar;.....; le hace sentirse mejor afrontar un pequeño detalle que si puede solucionar, que afrontar el tsunami, y morir una vez y otra más, y otra, porque es demasiado pequeño y cobarde, para solucionar el dilema que siempre le acompaña.
La playa, el tsunami y el amigo de la toalla, siempre están ahí, desde que era pequeño, y la queja es siempre la misma:
- Yo no he escogido esta playa, ni este amigo, ni estar aquí y menos aun el color de la toalla.
- ¿Por qué tienen que existir los tsunamis?
- ¿Por qué siempre me matan y al día siguiente vuelvo a estar vivo y se vuelve a repetir lo mismo?
La gente dice que disfrutes de la playa que es una suerte poder estar en ella y que son felices, yo les digo que vale, pero..... ¿es que nadie ve los tsunamis?, ni siquiera cuando en la playa de al lado todos se están ahogando....; sin duda están todos poseídos, y de alguna forma convencidos de que a ellos no les va a pasar....., pero les va a pasar y tantas veces van a volver a esta playa después de morir ahogados, que son Sísifo y no se dan cuenta. Sólo descansaran cuando no vuelvan y es una decisión que sólo unos pocos van a tomar, los demás seguirán, sin saberlo, esperando a que, desaparezca esta playa maldita.
Después de explicarte metafóricamente mi pensamiento vital, sólo pedirte disculpas por no estar nunca a la altura, y si has llegado leyendo hasta aquí, significa que aún no me odias, así que si algún día vienes por S..........., que sepas que entre tsunami y tsunami, tendré un hueco para un cremoso café, con mi amiga, con I.....